Mucho puede decirse de la casa «de cabecera» de los farmacéuticos. En el entorno minorista, la mayor parte de nuestra interacción con los pacientes es de detrás del mostrador, sin mucha privacidad, pero los tiempos están cambiando. farmacéuticos recién llegados y progresistas han comenzado interactuar con los pacientes sin una separación de la lucha contra ellos. Estos farmacéuticos, que han adoptado este modelo de la nueva práctica, están encontrando una nueva sensación de plenitud en su profesión. Ellos están llegando a utilizar las herramientas de cuidado del paciente que se les enseñó en la escuela de farmacia.
Mientras que las herramientas de cuidado del paciente se ensayaron en el aula, la aplicación práctica a los pacientes real sigue siendo un territorio desconocido. Este nuevo cambio en las actividades de cuidado del paciente requiere que el farmacéutico para salir de detrás de su zona de comodidad (contador) y presentar una nueva imagen como un profesional experto en el equipo de atención al paciente. Esto no es tan fácil como parece. Estamos en contra de las generaciones anteriores «programación» y las imágenes sociales de los farmacéuticos contar píldoras con un teléfono pegado a una oreja mientras el sonido de una caja registradora y resolver las cuestiones de seguros. Esos días, estoy feliz de decir, están llegando a su fin para la mayoría de nosotros.
Como farmacéuticos salir de detrás del mostrador y proporcionar las manos una innovación en actividades de cuidado del paciente, más formación, educación, habilidades interactivas y personales entran en juego para que esto sea una empresa con éxito en la atención al paciente. Estas habilidades, mientras que los farmacéuticos nuevo para nosotros, se han utilizado con bastante éxito por otros profesionales sanitarios durante décadas. Habilidades tales como mostrar la empatía, la escucha, el entrenamiento, asesoramiento, y ser un «profesional» amigo tome tiempo para dominar y encarnan. Una vez que inculcó, estas habilidades deben ser practicadas y utilizados de forma repetida en el cuidado de nuestros pacientes y en colaborar con sus médicos.
A largo plazo, cuando hemos aprendido que estas nuevas capacidades, abrazado este nuevo cambio en la atención al paciente, y demostrar que podemos tener un impacto positivo en la vida documentada de los pacientes, nos habremos ganado un lugar como proveedores de asistencia sanitaria viable y miembros vitales de el equipo de salud.
La única pregunta que queda es: ¿cuándo vas a empezar?